10 tips para una vivienda sostenible
La normativa de construcción es cada vez más exigente en cuanto a la necesidad de reducir el consumo de energía y las emisiones de CO2. El motivo es su impacto negativo sobre el clima y a la contaminación asociada. Pero el impacto negativo asociado a los edificios también se produce por otras causas. La selección de la parcela y el transporte asociado o los materiales empleados son algunas de ellas. En este post analizamos los 5 primeros aspectos fundamentales que diferencian una vivienda sostenible.
La construcción de cualquier edificio produce un impacto en el entorno inmediato. Tanto en fase de construcción como durante su vida útil y su fin de vida. Y dicho impacto también se extiende más allá de la parcela del propio edificio. Por ejemplo si también se consideran aspectos como el transporte asociado, la elección de los materiales o las técnicas de construcción utilizadas ¿Qué medio de transporte se utiliza para llegar a dicho edificio? ¿Existe transporte público de calidad cerca? ¿Dispone de estaciones de carga de vehículos eléctricos? ¿Se ha elegido materiales con EPD? ¿Son regionales o vienen de largas distancias? ¿Está construido en una zona con riesgo de exposición a las emisiones de radón?
Existen por lo tanto, otras causas que producen impacto sobre el medio ambiente. De ahí la importancia de no focalizar el problema en el consumo energético. En este sentido la construcción de edificios sostenibles en su sentido más amplio debería de ser una prioridad en las normas técnicas de construcción de cualquier país. Y no solo teniendo en cuenta el ahorro de energía.
A continuación se detallan los 5 primeros factores más importantes a tener en cuenta en el diseño y construcción de viviendas sostenibles.
Aspectos fundamentales de una vivienda sostenible
1. Una vivienda sostenible se construye en un lugar previamente desarrollado
Una vivienda sostenible se caracteriza porque ha sido construida en un lugar previamente desarrollado. En una parcela que dispone de servicios básicos existentes próximos. Entre ellos, accesos por vías de comunicación, tiendas de alimentos, farmacias, colegios o centros de salud, etc. La vivienda sostenible se localiza en un barrio en el que los usuarios pueden moverse caminando o bien en bicicleta. El espacio para el peatón tiene prioridad por encima de la ocupación del vehículo en las calles. Por supuesto dispone de acceso a transporte público de calidad y red conectada y segura de carril bici.
Además el área elegida para ser construida respeta la existencia de zonas verdes o zonas que se caracterizan por su valor paisajístico, por su biodiversidad, que albergan flora y fauna. Para ello establece unos límites de separación y no destruye zonas naturales o de producción agrícola para ser sustituidas ni por lo construido ni por el asfalto.
2. Una vivienda sostenible ha sido construida con materiales que respetan el medio ambiente y ha sido diseñada teniendo en cuenta el clima del lugar
Selección de materiales
La huella de carbono de una vivienda sostenible se puede reducir simplemente mediante la correcta selección de los materiales. No hay que olvidar que los materiales de construcción consumen recursos naturales para su fabricación. Primero son recolectados, luego transformados en la industria y luego distribuidos hasta los puntos de venta y consumo. La energía embebida en los materiales de construcción también incluye la energía para su transporte y fabricación.
Una vivienda sostenible ha sido construida con materiales regionales, pero también con materiales reciclados o re-utilizados, con materiales naturales y rápidamente renovables. En definitiva con materiales de baja energía embebida y reducida generación de residuos, y no solo emisiones de carbono.
Los materiales seleccionados para la construcción de una vivienda sostenible disponen de su declaración ambiental de producto (dap o EPD). Un documento que informa sobre el análisis del ciclo de vida del material y que permite seleccionar aquellos que demuestran una reducción de su impacto negativo sobre el medio ambiente.
Diseñar teniendo en cuenta las condiciones climáticas del lugar
Una vivienda sostenible se diseña teniendo en cuenta las condiciones climáticas del lugar para alcanzar el confort interior de los usuarios. En primer lugar se estudia el clima y las necesidades energéticas de la vivienda. Se evalúa los recursos disponibles del entorno para su máximo aprovechamiento: radiación solar, viento, existencia de vegetación y de otros elementos que proyecten sombra, cercanía al mar, etc. Posteriormente se aplica estrategias de la arquitectura pasiva para aprovechar dichos recursos.
Dichas estrategias tienen que ver con la orientación de la vivienda, la distribución de las estancias de la vivienda según sean servidoras o servidas, el diseño y posicionamiento de los huecos acristalados, el uso de elementos que proyecten sombra y protejan de la radiación solar o bien que permitan aprovecharla cuando interese, la inercia y el aislamiento térmico de los cerramientos, la ventilación natural, etc.. En definitiva, una serie de estrategias que permiten reducir la demanda energética y por lo tanto la necesidad de utilizar medios mecánicos para garantizar el confort interior de los usuarios de la vivienda.
3. Los usuarios eligen una vivienda sostenible si ha sido construida con técnicas de construcción adecuadas
Construcción modular industrializada.
La construcción modular e industrializada de viviendas permite construir de manera más sostenible. Este tipo de construcción genera menos residuos durante la fase de construcción en comparación a la construcción tradicional in situ. También son más económicas al reducir los plazos de ejecución. Si además incluye materiales que se pueden recuperar al final de su vida para ser reutilizados, o si el tipo de construcción es desmontable y recuperable, entonces reducimos también la generación de residuos en la fase de final de vida útil del edificio (Cradle to Cradle o de la Cuna a la Cuna).
Envolvente térmica eficiente
Una vivienda sostenible también lo es en función de su comportamiento energético. Para ello es fundamental entre otros aspectos, y en la mayoría de los climas, que la envolvente térmica disponga del aislamiento térmico necesario. Utilizar además aislantes con reducido impacto sobre el medio ambiente y que no afecten a la salud de las personas, son factores que tampoco hay que olvidar.
Desde un punto de vista más general, la vivienda sostenible no sólo dispone del aislamiento térmico necesario. En realidad la vivienda sostenible se diseña y se construyen teniendo en cuenta las condiciones climáticas del lugar, aplicando estrategias adecuadas de diseño de la arquitectura pasiva. Y una de ellas consiste en precisamente disponer del aislamiento térmico adecuado.
Envolvente térmica estanca sin filtraciones de aire
La construcción de edificios con envolvente térmica absolutamente estanca sin filtraciones de aire no deseadas es otra técnica constructiva. El objetivo consiste en reducir al máximo las pérdidas energéticas, mejorando el confort térmico interior y reduciendo el coste debido al consumo energético de la vivienda. Para ello este tipo de construcción se combina con la ventilación mecánica para la renovación del aire de la vivienda y la reducción de contaminantes en el interior. La instalación de un recuperador de calor en el sistema de ventilación mecánica permite además aprovechar el calor interior, reduciendo la necesidad de instalar otro equipos mecánicos de calefacción.
Técnicas de construcción protección del radón
El radón al igual que sucede con los compuestos orgánicos volátiles es un gas que afecta a la salud de las personas. Rara vez se suele incluir para su control en la normativa técnica de construcción. Se encuentran en las viviendas y en los lugares de trabajo donde su exposición es prolongada. El tipo terreno sobre el que se edifica suele ser el factor determinante, pero también está contenido en los propios materiales de construcción, en el agua y en el gas que se utiliza en la vivienda.
Es un gas que puede penetrar en los edificios por todas las aberturas por mínimas que sean. Los suelos graníticos son ricos en uranio, causa del origen del radón. Los sótanos son los que más concentración de radón pueden alcanzar, seguido de las plantas bajas de los edificios.
La herramienta de certificación de la sostenibilidad LEEDv4 incluye en el pre-requisito de calidad mínima del aire interior, la aplicación de técnicas constructivas resistentes al radón en edificios residenciales localizados en zonas de alto riesgo por este gas. Para evitar la entrada del radón se debe incluir una barrera entre el subsuelo y la envolvente del edificio, así como el sellado de fisuras. Por otro lado la ventilación natural o mecánica y los sistemas de detección de uso doméstico, son medidas que facilitan su evacuación.
4. En una vivienda sostenible los usuarios aprovechan la energía de fuentes renovables
Uno de los pilares básicos para que un edificio sea de consumo nulo de energía consiste en el aprovechamiento de las fuentes de energía renovables, siempre que primero se haya reducido la demanda energética. Además, la definición de la Directiva Europea 2010/31/UE de edificios de consumo nulo de energía añade que La cantidad casi nula o muy baja de energía requerida debería estar cubierta, en una amplia medida por energía procedente de fuentes renovables, incluida energía procedente de fuentes renovables producida in situ o en el entorno.
La energía procedente de fuentes renovables generada in situ incluye todas aquellas que se puedan instalar en la propia vivienda. Por ejemplo la energía solar térmica para la producción de agua caliente o la generación de electricidad mediante la instalación de paneles fotovoltaicos. Dichas energías renovables se deben integrar en la arquitectura. El techo solar de Tesla es un ejemplo evidente. Otros tipos de energía renovables son la mini-eólica o la geotermia.
5. En una vivienda sostenible los usuarios disponen de instalaciones bien dimensionadas
En una vivienda sostenible no debería ser necesario el apoyo de medios mecánicos para alcanzar el confort de los usuarios. Pero no siempre es posible alcanzar las condiciones ideales de bienestar. Cuando esto sucede hacemos uso de instalaciones térmicas (calefacción, refrigeración y agua caliente) que consumen energía. Para limitar el consumo energético dichos equipos tienen que estar bien dimensionados, correctamente mantenidos y también aislados térmicamente.
Los equipos de alta eficiencia energética, que cumplen los requisitos anteriores, permiten ahorrar en el consumo de energía. El aprovechamiento de fuentes de energía renovable permite además reducir las emisiones de CO2 debidas al consumo de energía contaminante.
Tampoco nos olvidemos de los pequeños aparatos y electrodomésticos de las viviendas: lavadoras, neveras, TV, etc.. Elige equipos de bajo consumo, y sustituye los que son muy antiguos por otros de alta eficiencia energética. El ahorro económico obtenido te permitirá amortizar la inversión ahorrando en consumo energético cada mes.
Continúa en el próximo artículo La Vivienda Sustentable es posible (Parte 2)
Fuentes: energy.gov certificadosenergeticos.com Adaptación del estándar Passivhaus a climas templados Jardines verticales un recurso sostenible que mejora el comportamiento energético de los edificios Los edificios de consumo casi nulo de energía no son los edificios del futuro Evaluación de la eficiencia energética de las cubiertas vegetales mediante CE3X Masa térmica y aislamiento de un cerramiento ¿Es lo mismo?