Los beneficios de la semilla de la palta y cómo comerla
Pocos lo saben pero también es posible consumir la semilla de la palta, la cual contiene muchísimas propiedades.
Además de ser un fruto delicioso y versátil, la palta es muy beneficiosa para la salud.
Lo que quizás te sorprenda es que también puedes consumir la semilla de la palta, corazón o carozo, pues contiene muchísimas propiedades medicinales.
- El 70% de los aminoácidos que contiene la palta se encuentran justamente en la semilla, por lo que es ideal para el tratamiento de colesterol alto, triglicéridos y para prevenir enfermedades cardiovasculares.
- Contiene más fibra soluble que cualquier otro alimento, por lo que mejora el tránsito intestinal y aporta sensación de saciedad, lo que ayuda a adelgazar y quemar grasa.
- Regula los trastornos de la tiroides, debido a que estimula la producción de hormonas y ayuda a aumentar el metabolismo para prevenir la obesidad.
- Sus propiedades presentan flavonol, por lo que previene el crecimiento de tumores.
- Es astringente, por lo que sirve para tratar diarreas e inflamaciones del tracto gastrointestinal.
- Funciona como buen suplemento para tratar naturalmente el asma.
- Incrementa el rendimiento físico y mental para una mejor productividad durante el día.
- Su acción en el organismo aumenta la presencia de anticuerpos y fortalece el sistema inmunitario para evitar enfermedades debilitantes.
- Tiene compuestos fenólicos, los cuales previenen úlceras intestinales e infecciones virales y bacterianas.
- Las semillas poseen propiedades antiinflamatorias que ayudan a la personas que sufren de artritis y otras enfermedades.
- Sus antioxidantes retardan el proceso de envejecimiento.
- Contiene propiedades afrodisíacas para aumentar la libido y el deseo sexual.
¿Cómo utilizar la semilla de la palta?
Separa la semilla de la pulpa de la fruta, lávala y quítale la cáscara de color marrón. Luego, puedes pasar la semilla por un rallador para molerla o triturarla y espolvorear esta ralladura en bebidas, batidos, ensalada o donde que prefieras.
Otra opción es tostar la semilla a fuego lento, luego quitar la cáscara, molerla y conservar el polvo en un frasco para futuras comidas. También puedes agregar un poco de este polvo en un vaso, añadir agua caliente y obtener una infusión muy nutritiva.
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